Ayer conocí la posibilidad del trabajo intelectual no ligado al simple mercado pero tampoco peleado con él. En Argentina, las empresas de e-learning pululan alrededor de los jugosos presupuestos de las empresas; haciendo las veces de gurues inspirados que con un toque de teclas resolverán eso que no tiene solución: que los empleados están podridos y que el e-learning les permite no aprender nada y solucionar el problema de la formación continua con una pizquilla de esfuerzo.
¿Por qué no podemos asumir toda nuestra pobreza: intelectual, financiera, etc.?
¿Por qué no realizar proyectos de e-learning realistas en los cuales la información llegue a cada rincón del país? Simplemente porque una parte de nuestra población no tiene luz ni comida ni recursos. Porque hace mucho tiempo Argentina se partió en dos y muchas veces, estas dos hermanas se desconocen.
¿Podremos algún día realizar proyectos para las dos Argentinas, y no solo para la rica y pudiente?
¿Podremos algún día compatibilizar velocidades?
Recuerdo que en mi larga época de desocupación, una responsable de promoción de una conocida empresa de textos infantiles me dijo: "No podemos perder el tiempo con las escuelas que no compran". Oh yes, time is money.

1 commentaire:
saludos querida amiga,
escribeme a ileanaalfonsocuba@gmail.com
Dra. Ileana Alfonso
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